viernes, 27 de febrero de 2015

8 de Marzo. Día Internacional de la mujer


MANIFIESTO


Como cada año, nos reunimos para conmemorar una fecha clave en el desarrollo de las políticas de igualdad: el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, de todas las mujeres, de todos los lugares y  de todos los tiempos, en recuerdo de la tragedia ocurrida en 1.908 en la fábrica textil de New York en la que perecieron calcinadas mujeres obreras.
A pesar de los progresos y metas alcanzadas, continúa siendo necesaria esta acción de reconocimiento de la lucha por la igualdad de derechos, oportunidades y trato entre mujeres y hombres, así como alzar la voz por todo  aquello que nos queda por alcanzar.
Queremos recordar que en este 2015 se cumple el  20 aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer, celebrada en el 95 en Pekín, que supuso un hito crucial para el avance en la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, y que hoy, 20 años después, sigue siendo una poderosa fuente de orientación e inspiración, ya que  se consensuó el plan más progresista que jamás había existido para promover los derechos de las mujeres de todo el mundo, consiguiendo  los representantes de los 189 gobiernos  participantes  negociar compromisos de alcance histórico.  Por todo ello, lanzamos, desde el Instituto de la Mujer de Extremadura el lema:
Pekín+20. “Mujeres siempre sumando
Como la Conferencia provocó y reforzó  la lucha de los movimientos de mujeres a escala mundial  hemos querido centrar nuestras esfuerzos en torno a la dinamización, el desarrollo  y el  protagonismo de las organizaciones de mujeres de Extremadura, para animar a la participación e interconexión, el intercambio y la complementariedad, así como dar visibilidad al recién creado Consejo Extremeño de Participación de las Mujeres, órgano de participación y de canalización de las voces y demandas de las mujeres de Extremadura.

         Las mujeres, siempre sumando a una sociedad que se transforma y crece, y una historia que de manera tozuda nos muestra que ellas son SIEMPRE UN MOTOR DE CAMBIO Y TRANSFORMACIÓN SOCIAL. Desde las sufragistas a la revolución francesa, desde las madres de la Plaza de Mayo a la justicia sin fronteras… y en nuestra tierra, mujeres que cada día consiguen cambiar el mundo. Cada vez hay más pruebas de que el empoderamiento de las mujeres hace crecer a la toda la humanidad.
Existe una larga historia trabajando juntas por objetivos comunes, de la que podemos y debemos aprender, una larga experiencia acumulada desde la que, sin complejos, creamos el presente y construimos el futuro.
Para cambiar el mundo, solo se necesitan tres cosas: QUERER, SABER Y PODER.
El PODER que reside en la unión, en la colaboración entre las mujeres y todos los hombres cada día más, que nos acompañan en nuestro viaje hacia la igualdad, el SABER acumulado de experiencias y conocimientos que encontramos en nuestra propia historia como mujeres, en nuestra memoria colectiva como grupo y sobre todo en QUERER, querer cambiar las cosas empezando por cada una de nosotras,  querer con otras personas.
 La esperanza es un derecho y un deber y queremos soñar con un mundo en el que todas las mujeres y las niñas puedan ejercer libremente sus opciones, como participar en la política, educarse, obtener un ingreso y vivir en sociedades sin  violencia ni discriminación.
Desde el Gobierno de Extremadura, y desde las administraciones locales  junto con la sociedad civil nos esforzamos por avanzar y mejorar cada día, considerando una prioridad el impulso de las políticas de igualdad. Por eso hemos elaborado de manera transversal un ambicioso Plan de Igualdad de las Mujeres de Extremadura 2013-2016, con un desarrollo óptimo y responsable de ejecución, como denotan las evaluaciones de los dos años en vigor. Por eso diseñamos acciones para apoyar el emprendimiento o  para erradicar cualquier discriminación en materia de empleo, salud, educación, cultura, desarrollo…, además de acometer acciones con mujeres vulnerables como minorías étnicas, inmigrantes, con discapacidad o mujeres mayores. Porque sabemos que hay algo peor en el terreno de las discriminaciones que nacer mujer, y es nacer mujer y además pertenecer a determinados colectivos.
Queremos renovar el espíritu de Pekín, acumular energías e incorporar mediante la educación y la prevención a las nuevas generaciones, mujeres y hombres  para,  de la mano, conseguir unos objetivos que están cada vez más cerca.
                        Porque sabemos que, sumando fuerzas, llegaremos antes.

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